Solo tengo palabras de agradecimiento para ti, por todo lo que has hecho por nosotros y en especial por mí. Has sido para toda la clase una persona que has hecho que aprender sea algo divertido y bonito gracias a todas tus características.
Gracias por ser atento y cuidadoso con toda nuestra clase, por el ambiente que creaste y el comportamiento que utilizaste con nosotros sabiendo educar y enseñar. La atención que nos trasmitiste, el esmero a cada uno para que sacásemos las cosas adelante, solucionando los problemas que tuvimos en las asignaturas y dedicándonos tiempo.
Gracias por ser un trabajador de la enseñanza, se nota que es tu vocación, ya que nos dedicaste todo el tiempo que requeríamos para que la lección se aprendiera, no te importaba pasarte tardes con nosotros para que las matemáticas se entendiesen o para que los resúmenes que hacíamos nos sirvieran para estudiar. Es un recuerdo que nunca olvidare.
Gracias por enseñarnos nuevos métodos de estudio, los resúmenes y el cómo se debía estudiar un examen, por ser un innovador en la manera de actuar en clase, que aunque fuésemos pequeños, siempre nos tuviste en cuenta en las decisiones y en las maneras de proceder de la clase.
Gracias por ser un ejemplo y ser un espejo para nosotros, siempre nos fijábamos y sigo teniéndote en cuenta tu manera de actuar, un ejemplo para tu alumnado. Los juegos de los recreos, tus maneras de realización, lo divertido que era aprender… Todo ello me ha servido en mi vida y ahora en estos momentos cuando estoy con los chicos sigo tus maneras de hacer.
Gracias por ser responsable con nosotros y no faltar nunca a tu palabra, ser solidario en todo momento y ver en ti que te preocupabas por nosotros, tanto en el colegio o cuando hemos tenido algún problema con otros compañeros. Esas clases tan divertidas que, ahora con el tiempo me doy cuenta, tenían una preparación de muchas horas y de mucha practica.
Gracias por sabernos motivar, por despertar nuestro interés por querer aprender, al desarrollo de actividades, por establecer un clima de afectivo, de confianza y de seguridad.
Gracias por saber que necesidades teníamos, sobre todo conmigo hiciste un gran trabajo, saber como estaba de conocimientos en la asignatura, como me encontraba emocionalmente, que intereses tenia y por donde quería tirar, los grandes consejos que me diste y lo franco que fuiste conmigo.
Me despido volviéndote a decir muchas gracias de corazón. En estos momentos que estoy con chavales todos los fines de semana y me preparo para ser profesor, sigo tu ejemplo de bondad, alegría, de ayuda a los chicos y chicas, de alégrame por sus logros y hacerlos como míos como tu te alegraste de los nuestros y los hiciste tuyos y sobre todo por tu cariño a esta profesión y a los jóvenes. Por todo ello GRACIAS José Antonio de alguien que no te olvidara.
Un saludo.
José Manuel Sedano Encinas.